sábado, 23 de abril de 2011

120 muertos dejan dos días de disturbios en Siria

Las fuerzas de seguridad sirias dispararon el sábado contra un cortejo fúnebre que atrajo a decenas de miles de personas, un día después de la represión más sangrienta hasta ahora en el levantamiento contra el presidente Bashar Assad.


Los tiroteos aumentaron la cifra de muertos en los dos días a más de 120, y dos legisladores y un líder religioso renunciaron en protesta por los decesos.

Las dimisiones son una posible señal de fisuras al interior del régimen, en un país donde casi todas las figuras de oposición han sido encarceladas o exiliadas durante la dinastía de 40 años de la familia Assad.

"No puedo tolerar que se derrame la sangre de nuestros hijos y niños inocentes", dijo el jeque Rizq Abdul-Rahim Abazeid, tras dimitir de su puesto como muftí de la región de Dara, en el sur de Siria.

Los legisladores, Nasser Hariri y Khalil Rifai, también son de Dara, que se ha convertido en el epicentro del movimiento de protesta después de que un grupo de adolescentes fueron detenidos allí a mediados de marzo por garabatear grafitis contra el régimen en una pared.

Desde entonces, la represión implacable de las protestas sólo ha servido para fortalecer a los manifestantes, cuya rabia por el derramamiento de sangre ha eclipsado sus primeras demandas por reformas modestas. Ahora, muchos están buscando la caída de Assad.

Cada viernes, un número creciente de personas en ciudades de todo el país han salido a las calles a pesar de los ataques de las fuerzas de seguridad y de misteriosos hombres armados a favor del gobierno conocidos como "shabiha".

Ammar Qurabi, jefe de la Organización Nacional de Siria para los Derechos Humanos, dijo que 112 personas fueron asesinadas el viernes y al menos 11 el sábado. El viernes fue, de lejos, el día más mortal de la insurrección, pues las fuerzas de seguridad reprimieron a los manifestantes con balas, pistolas de gas lacrimógeno y armas paralizantes.

Radwan Ziadeh, un profesor visitante en el Instituto de Estudios del Medio Oriente en la Universidad George Washington, dijo que las renuncias fueron en gran parte simbólicas, pues el Parlamento no tiene poder real. Sin embargo, su desacuerdo podría animar a otros a renunciar, como el vicepresidente Farouk al-Sharaa, quien es de Dara, agregó Ziadeh.

0 comentarios: