jueves, 26 de mayo de 2011

Dilma Rousseff vetará la amnistía a los hacendados que devastaron la Amazonia

La presidente brasileña cuestionó el proyecto de perdón a quienes deforestaron zonas protegidas de la selva. "Las personas tienen que percibir que el medio ambiente es algo valioso que debemos preservar", señaló.



Infobae - "La deforestación no puede ser amnistiada", afirmó ante los periodistas tras un acto oficial en el Palacio de Planalto. Recordó que de aprobarse la iniciativa -que ya cuenta con media sanción en Diputados- recurrirá a la prerrogativa del veto.


El perdón a los agricultores que destruyeron la Amazonia en sectores de reservas ambientales para aumentar las tierras de cultivo fue incluido como una enmienda del nuevo Código Forestal.

"Me manifesté contra su aprobación y, obviamente respetando la posición de todos aquellos que divergen de mí, continuaré firme y defendiendo la reforma de esa enmienda", aseguró Rousseff.

La mandataria aclaró que el veto no es la primera opción que maneja. El gobierno intentará primero llegar a un acuerdo en el Senado. "Primero intentaré construir una solución pero tengo que aclarar que tengo un compromiso con Brasil y que no renunciaré a él. El Ejecutivo y el Legislativo tenemos obligaciones diferentes", indicó.

"Si considero que alguna cosa perjudica al país, la vetaré", agregó tras advertir que, en caso de que la Cámara de Diputados tumbe esa decisión, recurrirá a la Justicia.

La polémica amnistía condona las multas impuestas a los propietarios que entre 1998 y 2008 desforestaron y degradaron ilegalmente territorios protegidos. Propone, además, reducir los bosques para aumentar las tierras cultivables, lo que despertó el rechazo de ecologistas, científicos y los últimos diez ministros de Medio Ambiente del país.

La propuesta, impulsada por la poderosa industria agropecuaria, plantea entre otros puntos polémicos que las áreas de selva protegidas en propiedades privadas en la Amazonía, que son hoy equivalentes al 80 %, se reduzcan a un 50 % del territorio.

Rousseff consideró que Brasil tiene condiciones de combinar su estatus como "gran potencia agrícola con la de gran potencia ambiental". "Por eso no soy a favor de la consolidación de las deforestaciones, de la amnistía a los deforestadores", reiteró. 

La deforestación, debida al avance de las actividades agropecuaria, madereras y minera ilegal, convirtieron al país en el quinto mayor emisor de gases nocivos para el clima.

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