La grieta de 20 centímetros permite la filtración hacia el mar de agua radiactiva. A 40 kilómetros de la central, la contaminación con yodo es dos veces superior a la permitida.

La lucha para hacer frente a las fugas radiactivas en la central nuclear de Fukushima podría durar meses, reconoció hoy el gobierno japonés, mientras los expertos intentan tapar una grieta detectada en el reactor 2.
Posiblemente lleve varios meses acabar con todas las filtraciones, dijo el portavoz del gobierno, Yukio Edano. Japón, señaló, no podrá evitar una "larga lucha" contra la crisis nuclear, según la agencia de noticias Kyodo.
Los trabajadores de la central intentan ahora taponar una grieta detectada en un caja de cables de uno de los edificios que alberga las turbinas.
La grieta de 20 centímetros permite la filtración hacia el mar de agua radiactiva. A 40 kilómetros de la central, la contaminación con yodo es dos veces superior a la permitida, siendo ésta la primera vez que se mide una radiactividad tan alta en zonas marítimas tan lejanas a la costa.
En la pared del reactor, la radiactividad detectada es de más de 1.000 milisievert por hora, citó el canal NHK informaciones de Tepco, empresa operadora de la planta.
Los primeros intentos de sellar con cemento la grieta en el muro de hormigón han fracasado. Hoy se intentaba taponar el área con un polímero químico, para impedir así la fuga de agua.
En paralelo, fuera de la central, las zonas afectadas por la crisis intentan superar las dificultades económicas producto de la misma.
El gobernador de la prefectura japonesa de Fukushima, Yukei Sato, criticó hoy a la agencia de supervisión nuclear del país por la tardía publicación de datos sobre productos agrícolas posiblemente no afectados por radiactividad en la región, porque esto repercute directamente sobre la posibilidad de venta de los mismos.
"¿No pueden aumentar el número de personas que hacen pruebas? La vida de los campesinos está en juego. La pregunta es si podrán vivir mañana", dijo Sato durante un encuentro del equipo especial anticatástrofes de la prefectura con representantes de la autoridad.
La crítica se dirige a los retrasos en la publicación de datos sobre productos agrícolas de la región posiblemente no afectados por la radiactividad.
"He entendido", fue la respuesta que le dio uno de los funcionarios. Luego, el mismo miembro de la agencia nuclear dijo ante periodistas que la autoridad no cuenta con suficiente material para realizar las pruebas en la prefectura.
Las autoridades japonesas midieron hoy niveles de radiactividad dentro de los niveles permitidos en verduras y mariscos procedentes del área donde se encuentra la central nuclear de Fukushima en problemas, informó la agencia de noticias Kyodo, que se remite al Ministerio de Salud.
En 33 de las 49 verduras y frutas analizadas se hallaron yodo y cesio, pero en niveles que quedaron dentro de los límites permitidos para alimentos. Representantes del Ministerio de Salud indicaron que podría ser posible que remita la propagación de sustancias radiactivas, según la información.
También se halló cesio en cinco tipos de mariscos procedentes de la costa de Ibaraki, la provincia vecina, pero en este caso los valores están del mismo modo dentro de lo legalmente permitido.
El gobierno de Tokio ordenó el 23 de marzo a la prefectura que detenga todo envío de alimentos después de que se encontraran indicios de radiación en brócoli y espinacas procedentes de Fukushima.
Ahora, a partir de estos resultados, el Ejecutivo central analiza la opción de levantar las medidas.
A partir del lunes se analizarán también en un instituto de investigación los bienes industriales procedentes de Fukushima por su posible contaminación con radiactividad. La región teme que las medidas restrictivas afecten la producción económica.
El gobierno japonés y Tepco midieron hoy por primera vez la radiactividad atmosférica en los 20 kilómetros evacuados en torno a la planta nuclear de Fukushima I, informó el canal de noticias NHK.
Las mediciones registraron valores de hasta 50 microsievert por hora, según el canal.
El gobierno nipón y Tepco habían medido hasta ahora sólo la radiactividad en zonas fuera del área de evacuación. Dentro de la zona no se habían realizado pruebas argumentando que la gente ya había sido evacuada y que el riesgo de radiación era muy grande para los técnicos.
El gobierno espera los detalles de mediaciones en otras 30 localidades y anunció que pondrá las informaciones a disposición de expertos atómicos de Estados Unidos. Éstos habían pedido más análisis y ofrecieron evaluar medidas para evitar la propagación de elementos radiactivos.
En tanto, se dio a conocer hoy que el 30 de marzo se encontraron en la central los cadáveres de dos trabajadores del reactor 4 que estaban desaparecidos desde el tsunami del 11 de marzo.
Los cuerpos de los dos jóvenes, de 21 y 24 años, presentaban numerosas heridas y se estima que las muertes fueron producto de pérdida de sangre.
Tras un análisis de las radiaciones -que no dio resultados "problemáticos"- los restos mortales, en avanzado estado de descomposición, fueron entregados a los familiares.
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